jueves, 22 de enero de 2015

¿Qué es la electroestimulación?

La electroestimulación no es una técnica milagrosa, sino que respeta el funcionamiento de nuestro cuerpo. 

El principio de la electroestimulación es muy simple y reproduce fielmente los procesos que intervienen en la contracción muscular ordenada por nuestro cerebro. Cuando decidimos contraer un músculo, el cerebro envía una orden en forma de corriente eléctrica que se desplaza a gran velocidad por las fibras nerviosas hasta el músculo, que reacciona contrayéndose.
Con la electroestimulación, la excitación se produce directamente sobre el nervio motor gracias a los impulsos eléctricos perfectamente controlados que garantizan la eficacia, la seguridad y el confort en el uso. De este modo, el músculo es incapaz de notar la diferencia entre una contracción voluntaria (ordenada por el cerebro) y una contracción inducida eléctricamente: el trabajo que se produce es idéntico.


La electroestimulación se desarrolló y su eficacia se demostró en el ámbito médico, como lo atestiguan las numerosas publicaciones científicas existentes acerca de sus diferentes indicaciones. Sin embargo, durante muchos años, las corrientes no poseían las mismas características que las permitidas por la tecnología actual, lo cual, por un lado, impedía su utilización debido a numerosas contraindicaciones y, por otro lado, limitaba sus resultados debido a la dificultad para alcanzar un umbral mínimo de eficacia.

En la actualidad, las contraindicaciones son escasas (marcapasos, hernia abdominal o inguinal, epilepsia, abdomen de mujeres embarazadas) y la eficacia se ha mejorado de manera considerable gracias al efecto combinado del avance tecnológico significativo y de los progresos en el campo de la fisiología.
La calidad de los microimpulsos generados por los estimuladores  permite evitar la acumulación de electricidad en los tejidos y el riesgo de quemaduras resultante. De este modo, las aplicaciones de larga duración o incluso continuas, como en ocasiones ocurre en ciertos programas antidolor, no presentan ningún riesgo de sufrir quemaduras.
Tampoco se ha registrado nunca ningún efecto no deseado en quienes utilizan la electroestimulación de manera cotidiana desde hace muchos años, como sucede en ciertas indicaciones médicas.

Contraindicaciones 
Personas provistas de dispositivos electrónicos tales como marcapasos o desfibriladores intracardíacos.
Personas que sufren epilepsia.
Estimulación de la zona abdominal de mujeres embarazadas.
Colocación de los electrodos en la parte anterior y lateral del cuello.
Estimulación de la zona torácica de personas con patologías cardíacas.
Estimulación de los miembros inferiores en caso de trombosis venosa o de obstrucción arterial grave (isquemia).
Estimulación de la zona abdominal en caso de hernia abdominal o inguinal.

Aplicaciones

Tal vez aún no lo haya escuchado. Sin embargo, con seguridad alguien de su entorno ya ha utilizado o probado alguno de nuestros productos; si no lo ha hecho con el objetivo de mejora del rendimiento deportivo, tal vez haya sido con un fisioterapeuta.
Existen varios ejemplos de aplicaciones conocidas y reconocidas desde hace mucho tiempo. Así pues descubrirá que la electroestimulación no se limita solamente a fortalecer los abdominales, sino que es indispensable en materia de rehabilitación en numerosas situaciones, permite aliviar dolores provocados por múltiples trastornos, aumentar el rendimiento deportivo o limitar algunos problemas vasculares. En ciertos casos, la electroestimulación es incluso el único modo de llegar a un resultado satisfactorio a ciertos niveles.



Aplicaciones utilizadas por profesionales sanitarios para garantizar una eficacia máxima.
Incontinencia (prevención): Fortalecimiento muscular tras el parto
Rehabilitación tras una ligamentoplastia del ligamento cruzado anterior (LCA) de la rodilla
Antidolor (utilización combinada de TENS y de tratamiento endorfínico)
Insuficiencia venosa grave

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