Beneficios de una buena hidratación facial

La piel de nuestro rostro es la línea de defensa ante los diversos factores a los que estamos expuestos, y con demasiada frecuencia no la protegemos ni alimentamos como debiéramos.

El agua es el elemento vital de la piel, asegura la elasticidad, luminosidad, resplandor, transparencia y juventud. La deshidratación del rostro es un fenómeno muy común que amenaza a cualquier persona sin importar la edad y el tipo de piel.

Por lo que la hidratación es la palabra clave para una piel sana, variando considerablemente de una persona a otra, debido al ambiente en que se desenvuelva, la edad y tipo de piel. Es el tratamiento adecuado, aunque llega un momento en que la hidratación no es suficiente, el rostro también necesita nutrirse, repararse y luchar contra los efectos del paso del tiempo (arrugas).

Las cremas no sólo ayudan a hidratar sino también a evitar la evaporación. Los agentes humeantes de las cremas permiten que la piel se empape de agua y se rellenen, lo que explica la desaparición momentánea de esas pequeñas arrugas superficiales y la recuperación de una piel más transparente y luminosa.

Pero una crema hidratante no suele ser suficiente para mantener una piel perfectamente hidratada, ya que la epidermis necesita elementos nutritivos. Existen las mascarillas que son muy importantes para hidratar y eliminar las impurezas de la piel.



Las mascarillas ahora son suaves y relajantes, actúan con increíble rapidez y sus efectos son inmediatos y visibles. Las mascarillas hidratantes, refuerzan la hidratación, percibiendo el efecto de inmediato, además deja la piel más suave y el tono más luminoso, alisando visualmente las arrugas.



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